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Cuando Elissa Wall abrió la boca para contar su historia al mundo, tuvo que tomar una decisión difícil.
Hablar y salvar a sus hermanas menores de un destino igual de terrible que el suyo, o bien, callar para seguir perteneciendo a la comunidad en la que había crecido y vivido.
Jugar al héroe parece sencillo pero no.
El sacrificio era grande por donde se mire.
Dejar atrás el mundo conocido y abrirse a un mundo ancho e incierto es una decisión que pesa.
Más aún sabiendo que el cielo también estaba en juego.
Enfrentar al “profeta” de Utah significaba cerrarse a la posibilidad de alcanzar el paraíso que estaba destinado solo a las obedientes.
Por eso, no fue fácil dar el paso al frente y levantar acusación contra Warren Jeffs, el hombre más poderoso de su comunidad a quien sus miembros consideraban el representante de Dios en la tierra (más importante incluso que el mismísimo presidente de los Estados Unidos).
Su decisión fue determinante para destapar casos de violaciones y abusos sexuales en el seno de la comunidad de la Iglesia fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IFSUD).
Su voz dio a conocer al mundo que las mujeres que pertenecían a esta secta eran tratadas como ciudadanas de segunda, como una mercancía apenas, como una moneda de cambio para pagar favores y fidelidades del círculo cercano al profeta.
Como hombre, si estabas con el profeta y le eras fiel, tenías derecho a dos o más mujeres jóvenes y mientras más mujeres e hijos tuvieras más cerca estarías de Dios.
Esta historia ha sido relatada en el documental de Netflix “Pray and Obey” (Reza y obedece) donde se cuenta la extraña vida en el seno de la secta poligámica de Salt Lake City, en Utah, una secta en la que el profeta llegó a tener hasta 78 esposas, 24 de ellas menores de edad.
A pesar de sus grandes miedos, Elissa Wall logró rehacer su vida y descargó su frustración y rencor escribiendo el libro “Stolen Innocence” (Inocencia robada) donde cuenta cómo, obligada por el profeta, se casó a los 14 años con un primo que detestaba quien abusó física y psicológicamente de ella.
Su caso era uno más de los varios que se dieron en aquella comunidad.
No obstante, por irónico que parezca, su acto de rebeldía no cambió el parecer de otras tantas mujeres que, a pesar del abuso, no apoyaron su perspectiva y siguieron fieles a sus creencias y a su líder.
¿Cuál es la decisión más importante que has tomado en tu vida?
¿Cuánto cambió tu vida a partir de ella?
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